Internet y las TIC ofrecen valiosas oportunidades de aprendizaje, diversión y socialización para niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, es igualmente cierto que en ellas es posible encontrar contenidos, usuarios y situaciones que afectan el bienestar de las personas menores de 18 años. Es por esto que compartimos una reflexión sobre los diferentes riesgos a los que se enfrentan niñas, niños y adolescentes en los entornos digitales, así como planteamos preguntas sobre la prevención y el manejo de este tipo de situaciones.
En las diferentes investigaciones que hemos realizado desde Viguías se ha encontrado que, a nivel global, existe un sistema de clasificación, donde se ubican cuatro tipos de riesgos en línea para la niñez y la adolescencia. Esta clasificación permite identificar de manera más precisa las características de cada riesgo, así como lo que podemos hacer todos los actores para su prevención. Una clave para recordarlos es hablar de las 4C: conducta, contacto, contenido y contractuales.
Riesgos de conducta: conductas que pueden poner en peligro a usuarios de Internet. Algunos de estos comportamientos pueden ser la creación y distribución de contenido sexual de sí mismo (sexting) o de alguien más, compartir información personal en foros públicos o a personas que sólo conocen en los entornos digitales, publicar mensajes discriminatorios/ofensivos contra poblaciones específicas (ciberacoso), así como la práctica de apuestas en línea, entre otros.
Estas situaciones afectan especialmente a niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, es importante destacar que los riesgos de conducta no son exclusivos de esta población. Existe una práctica llamada sharenting, llevada a cabo por madres, padres y cuidadores, en donde ellos mismos comparten información o contenidos sobre sus hijas e hijos en Internet, exponiéndolos a diferentes riesgos.
Riesgos de contacto: en este caso, niñas, niños y adolescentes establecen comunicación con otros usuarios de Internet, usualmente adultos malintencionados. Estos individuos pueden relacionarse con la persona menor de 18 años con propósitos sexuales (grooming), para engañar e incitar a la comisión de delitos o para vincularlos a grupos con creencias políticas o religiosas extremas.
Otro riesgo de contacto identificado a través de una de las investigaciones de Viguías es el capping, una práctica de los ofensores sexuales que puede suceder en medio del grooming. El capping sucede principalmente en plataformas de videochat, en donde el agresor convence a la niña, niño o adolescente de realizar actividades de carácter sexual mientras lo graba en secreto para, posteriormente, difundir estas grabaciones, sin su consentimiento, como material de explotación sexual.
Riesgos de contenido: hacen referencia a la exposición de niñas, niños y adolescentes a contenidos inadecuados para su etapa de desarrollo. Este tipo de material provoca en ellas y ellos sensaciones de miedo, incomodidad y confusión, pues no siempre cuentan con los recursos (conocimiento, comprensión o desarrollo emocional) para procesarlo; además, puede generar consecuencias adversas sobre las creencias, valores o percepciones que tienen del mundo en general, de sí mismos y de las demás personas. Algunos ejemplos de este tipo de material inadecuado son la pornografía, el material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (MESNNA), las imágenes violentas, los discursos de odio, la desinfomación y los sitios web que promocionan comportamientos peligrosos para la salud (bulimia, anorexia, autolesión o suicidio, entre otros).
Riesgos contractuales: en ocasiones, las plataformas de publicidad, apuestas y de mercadeo se aprovechan de niñas, niños y adolescentes para ofrecer servicios y productos en favor de sus intereses económicos, pasando por encima de los derechos de esta población. Esto conduce a riesgos como el robo de identidad, el fraude, estafas o la inclusión de los menores de edad en contratos acordados entre terceros, como el tráfico, la explotación comercial o la transmisión en vivo de contenidos de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.
Una vez expuestos estos riesgos, invitamos a nuestra audiencia a reflexionar y continuar este diálogo en una próxima entrega.
Por favor, deje sus reflexiones en la sección de comentarios o escríbanos a [email protected].
Mientras estas reflexiones tienen lugar, recuerde siempre contar con www.teprotejo.org o la App Te Protejo para reportar situaciones de riesgo o cualquier amenaza o vulneración de derechos de la niñez y la adolescencia.
Así mismo, lo invitamos a consultar el Kit Prasi, un micrositio con todo lo que necesita saber sobre la navegación de niñas, niños y adolescentes en entornos digitales. Este recurso cuenta con definiciones de los diferentes riesgos que afectan a esta población, así como estrategias de prevención y manejo.
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