Alarmante contenido de exceso de azúcares, sodio y grasas saturadas en productos comestibles y bebidas ofertados en Colombia; Y aún no tenemos ninguna de las políticas alimentarias recomendadas
Un estudio recién publicado encontró que el contenido nutricional de los comestibles y bebidas disponibles en Colombia siguen siendo alto en nutrientes críticos comparando el año 2016 con el 2018. El estudio analizó 36 bebidas y 102 comestibles dentro de los más vendidos en Bogotá y determinó que, según el Modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), todas las bebidas evaluadas tendrían al menos un sello de advertencia.
Otro hallazgo importante es que los niveles de edulcorantes no calóricos (ENC) en las bebidas han aumentado significativamente. La explicación es que estos productos han sido reformulados, reemplazando los azúcares por edulcorantes no calóricos; de acuerdo con los análisis, la media del contenido de azúcares de las bebidas disminuyó de 9 gramos por 100 ml a 5 gramos por 100 ml, lo que corresponde al aumento de casi el doble de la proporción de bebidas que contienen edulcorantes no calóricos, pasando del 33% al 64%. Esto implica la necesidad de advertir la presencia de edulcorantes no calóricos, para evitar su consumo por menores de 18 años, mujeres gestantes y lactantes. En el caso de los comestibles ofertados en el 2018, el 90% de los productos evaluados tendrían un sello de advertencia.
Por otra parte, los niveles de nutrientes críticos (azúcar, sodio o grasas saturadas) se mantuvieron en niveles similares en el periodo evaluado. Tampoco se observó ningún cambio significativo en la cantidad de calorías que contienen (la media de calorías por 100 g en 2016 osciló entre 270 en 2016 y 274 en 2018), ni en los niveles de sodio y grasas saturadas en estos comestibles y bebidas.
Estos resultados reafirman la importancia de la aprobación del Proyecto de Ley Comida Chatarra y la Ley Escuela Saludable que actualmente cursan en el Congreso de la República y que buscan promover los sellos frontales de advertencia (octágonos negros) en el frente de los empaques de los productos ultraprocesados y que en los entornos escolares se prohíba la publicidad y oferta de productos con exceso de azúcar, sodio y grasas saturadas (incluidas prioritariamente las bebidas azucaradas: gaseosas, tés, jugos de caja, etc.). Así mismo, se destaca la necesidad de contar con una política de impuestos a las bebidas endulzadas, que desestimule su consumo habitual, de manera especial por las poblaciones más vulnerables. Estas medidas, sumadas a otras recomendadas, buscan promover el consumo de agua y de alimentos no procesados o mínimamente procesados, reduciendo los riesgos de padecer en el futuro obesidad, diabetes e hipertensión.
Para Mercedes Mora y Luis Fernando Gómez, profesores de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad Javeriana, los resultados de este estudio destacan la urgencia de implementar acciones políticas como la implementación de un etiquetado de advertencias, la restricción de la publicidad de comestibles ultra-procesados, la regulación de entornos alimentarios e impuestos saludables. Estas iniciativas deben ser complementadas con acciones que incrementen la producción y oferta de alimentos no procesados.
Para Carolina Piñeros Ospina, directora Ejecutiva de Red PaPaz, las barreras que imponen los intereses particulares en Colombia para que se adopten las medidas recomendadas por la salud pública han sido infranqueables, por lo que debemos seguir movilizándonos para exigir nuestro derecho al bienestar de las generaciones futuras. La desidia de los tomadores de decisiones públicas se está pagando con el dolor de nuestras familias, nos hemos visto obligados a cuidar y atender enfermedades no transmisibles, a edades cada vez más tempranas. Nos urge la #LeyComidaChatarra, la #LeyEscuelaSaludable y el #ImpuestoSaludableYa a la #VillanaBebidaAzucarada.
Sobre el estudio
Estos resultados provienen del estudio “Reformulación de comestibles y bebibles en Colombia” elaborado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad Nacional de Colombia y la Pontificia Universidad Javeriana, publicado recientemente en la revista Nutrients en octubre 2020, disponible aquí