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Logros y Acciones

Red PaPaz de la mano de FIAN Colombia presentó un concepto frente al Proyecto de Acuerdo 052 de 2021 “por el cual se establecen lineamientos y estrategias tendientes a prevenir y combatir los problemas de salud pública asociados a la alimentación no saludable en las tiendas escolares oficiales del Distrito Capital” en donde insistíamos que el proyecto debe

  • Priorizar instituciones educativas públicas y privadas. La medida no se debe limitar a las tiendas escolares, debe ser general, abarcando todo el ámbito de las instituciones oficiales, y se tiene que extender a las no oficiales de los niveles de preescolar, básica y media, teniendo en cuenta que los derechos de niñas, niños y adolescentes (NNA) son universales y que son sujetos de especial protección
  • Regular los entornos escolares alimentarios saludables siguiendo las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (PAHO).
  • Reconocer que los productos comestibles y bebibles ultraprocesados deben ser restringidos en la oferta de las tiendas escolares, dado su carácter perjudicial para la salud.
  • Especificar que las Secretarías de Salud y Educación harán seguimiento y vigilarán el cumplimiento de la aplicación de la norma.
  • Prohibir en el entorno escolar la publicidad de productos comestibles y bebibles ultraprocesados dirigida contra niñas, niños y adolescentes.
  • Priorizar los alimentos naturales con alto aporte nutricional tanto en las tiendas escolares, en el servicio de restaurante escolar, en el programa de alimentación escolar (PAE), así como en los eventos nutricionales.
  • Propiciar acciones pedagógicas que fomenten prácticas alimentarias saludables incluidas en los proyectos educativos institucionales, como: cursos de lonchera saludable, cursos de cocina, huertas, compostaje, entre otros.
  • Establecer una evaluación del Plan de disminución progresiva de la oferta de alimentos no saludables a 31 de diciembre de 2020, previsto originalmente en el artículo 5 numeral 4 de la Resolución No 2092 del 19 de noviembre de 2015. Dado que ya pasaron cinco años desde la expedición de dicha resolución, no se pueden ampliar más los plazos para adoptar estas medidas que son urgentes y se debe exigir que la transición inicie de manera inmediata

Adicionalmente reiterábamos la disposición de ambas organizaciones a brindar apoyo técnico en el proyecto buscando la promoción de la salud de niñas, niños y adolescentes.

Denunciamos que los intereses económicos particulares han sido puestos por encima del derecho a la alimentación adecuada y la salud: organizaciones de la sociedad civil y la academia

 

Bogotá D.C., 15 de junio de 2021. A muy pocos días de que el Congreso de la República termine su periodo legislativo, el proyecto #LeyComidaChatarra no fue agendado para debate en el Senado hoy 15 de junio. En ese sentido, es probable que esta iniciativa se hunda por tercera vez, a pesar de la presión de la sociedad civil y de la academia.

 

La Ley Comida Chatarra busca que se exija a la industria que ponga “los sellos frontales de advertencia en los productos comestibles o bebibles, de acuerdo con contenidos de edulcorantes y/o con el contenido en exceso de azúcar, sodio o grasas saturadas”.

 

Esta iniciativa tiene el apoyo de mas de 280.000 personas que han firmado la petición en línea (disponible en www.nocomasmasmentiras.org) y las más de 7.100 cartas que la ciudadanía ha enviado a los miembros de la mesa directiva del Congreso pidiéndoles que agenden esta iniciativa antes del 20 de junio de 2020. Adicionalmente, de acuerdo con una encuesta realizada hoy por el periodista Lucas Pombo de W Radio, en la que se preguntaba “¿Cuál debe ser el proyecto que priorice el Congreso de la República en el remate de las sesiones ordinarias? y que fue respondida por mas de 2.300 personas, quienes priorizaron la #LeyComidaChatarra.

 

La implementación de los sellos frontales de advertencia cobra aun más importancia debido a los altos niveles de sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición que afronta el país. Según la Organización Mundial de la Salud, los colombianos tienen altas tasas de sobrepeso (55,8%), obesidad (20,7%) y diabetes (8,0%). Adicionalmente, la Encuesta de Salud Nutricional 2015 establece que 1 de cada 4 escolares entre 5 y 12 años tiene exceso de peso y más de la mitad de los adultos afrontan esta situación.

 

Organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Panamericana de la Salud han publicado documentos técnicos, en los que destacan los altos riesgos de los productos comestibles ultra-procesados para la salud. Varios estudios sin conflicto de interés han mostraron que consumir una dieta de productos comestibles ultra-procesados se relacionó, 10 a 20 años más tarde, con aumento de peso, aumento de enfermedades cardíacas, mortalidad por todas las causas, aumento de diabetes, hipertensión y varios tipos de cáncer. Cabe recordar que el término productos comestibles ultraprocesados hace referencia a la comida (incluyendo bebidas) chatarra, que la industria suele engañosamente presentar como “alimentos”.

 

Así mismo, según un estudio realizado en Colombia, los sellos de advertencia octagonales en el frente de los empaques son claros, comprensibles y ayudarían a promover una alimentación saludable. Los adultos que participaron percibieron que los comestibles y bebidas con sellos de advertencia eran menos saludables y hacia que fuera menos probable su compra en comparación con los productos sin sellos.

 

Finalmente, es importante que para el desarrollo de políticas públicas en salud y en materia alimentaria, como es el caso de este proyecto de ley, el Congreso y las instancias de gobierno se basen en la evidencia científica sin conflicto de interés; es decir, que no haya sido diseñada o pagada a conveniencia por la industria. Al respecto, es importante señalar que las grandes empresas de la industria de productos ultraprocesados tienen la capacidad de influir en el diseño, implementación y conclusiones de investigaciones, presentaciones científicas y congresos, con el fin de desvirtuar la evidencia científica e influir negativamente en las políticas y programas de nutrición y alimentación, sesgando así la práctica a nivel clínico y de salud pública.

 

Para Mercedes Mora y Luis Fernando Gómez, profesores de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad Javeriana, la situación de salud pública que enfrenta Colombia y el mundo entero con el COVID 19, las enfermedades crónicas y otras enfermedades relacionadas con patrones de alimentación no saludables, requiere urgentemente que exista una información adecuada, veraz y oportuna en los comestibles ultraprocesados.

 

No agendar el proyecto de ley comida chatarra en el Senado de la república es estar en contra de la salud pública. La inacción política se traducirá en una mayor mortalidad y carga de enfermedad.

 

Desde la Red Académica Por el Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas demandaron que prevalezca el bien común sobre el interés particular de la industria y que la evidencia científica sin conflicto de interés guíe las regulaciones que buscan garantizar el derecho humano a la salud, la alimentación y la información.

 

Para Juan Carlos Morales González, Director Ejecutivo de FIAN Colombia es absolutamente claro que con la falta de voluntad del legislativo para agendar este proyecto, y el papel del Estado que privilegia los intereses del sector privado por encima de la salud y la alimentación adecuada de la población, Colombia incurre en serias violaciones a los derechos humanos a la alimentación adecuada y la salud.

 

Para Carolina Piñeros Ospina, Directora Ejecutiva de Red PaPaz, es lamentable que el Presidente del Senado, Arturo Char, no agendó este proyecto de Ley, que ya habían anunciado por redes sociales los dos vicepresidentes del Senado, que ha sido solicitado por tantas voces a nivel nacional. Me pregunto: ¿a quién escucha el Dr. Char?, ¿Qu dice su casa política?

A Colombia le urge contar con la #LeyComidaChatarra

Bogotá D.C., 10 de mayo de 2021. Desde hace 5 años la sociedad civil y la academia vienen urgiendo al Estado para que en Colombia se reglamente la #LeyComidaChatarra que busca que las bebidas endulzadas y comestibles ultraprocesados tengan sellos frontales que nos adviertan si el producto tiene edulcorantes o exceso de azúcar, sodio o grasas saturadas. Precisamente este martes 11 de mayo la Comisión Séptima del Senado tendrá la oportunidad de aprobar el proyecto de Ley 347 de 2020 en su tercer debate, con lo cual estará más cerca de hacerse realidad.

El proyecto de ley no solo busca reglamentar “los sellos frontales de advertencia en los productos ultraprocesados de acuerdo a nivel de procesamiento con cantidad excesiva de nutrientes críticos”, sino que establece que los productos que tengan sellos frontales no podrán simultáneamente tener declaraciones nutricionales o declaraciones en salud. Para Colombia, lograr que se implemente esta medida es hoy más importante que nunca, pues si bien ya sabíamos que los patrones de alimentación no saludables son el primer factor de riesgo vinculado con mortalidad en el país, hoy también sabemos que el consumo habitual de productos ultraprocesados se relaciona con obesidad, diabetes e hipertensión y que estas tres condiciones aumentan la severidad y el riesgo de morir a aquellos que contraen COVID-19.

Desde 2018 la ciudadanía viene alzando su voz a favor de esta política que ya cuenta con el apoyo de más de 246.000 personas que han firmado la petición. Esta solicitud va en línea con los argumentos presentados en estudios nacionales e internacionales sin conflicto de intereses que establecen que el etiquetado frontal de advertencia ha contribuido a que los consumidores identifiquen más fácilmente las bebidas endulzadas y los comestibles ultraprocesados, desincentivando así su consumo habitual. Según los estudios, el uso de la etiqueta octogonal de advertencia, comparada con otros tipos de etiquetado frontal, ha reducido considerablemente los índices de consumo, creando a la vez una mayor conciencia.

Adicionalmente, un estudio en México estableció que la implementación de esta política prevenir 1.3 millones de nuevos casos de obesidad lo cual le ahorraría al país gastos por aproximadamente US $ 1.8 mil millones en costos relacionados con la obesidad en un período de cinco años.

Sin embargo, y a pesar de que en el país 1 de cada 4 escolares entre 5 y 12 años tiene exceso de peso y más de la mitad de los adultos afrontan la misma situación, la presión de los grupos económicos ha logrado hundir o deformar estas iniciativas, como es el caso de los Proyectos de Ley 019 de 2017 en la Cámara, el PL 256 de 2018 en Senado y 214 de 2018 en la Cámara los cuales fueron modificados y hundidos.

Para Carolina Piñeros Ospina, Directora Ejecutiva de Red PaPaz, es muy importante que en este difícil momento que vive el país pongamos nuestros ojos en lo que está definiendo la Comisión Séptima de Senado este martes 11 de mayo. De lo que allí suceda dependerá que los colombianos tengamos una esperanza para nuestra salud o que nos condenen a más enfermedad y pobreza. Esperamos que actúen con grandeza y que la #LeyComidaChatarra pase a la Plenaria del Senado para tener allí su último debate antes del 20 de junio.

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